viernes, 28 de octubre de 2016

No entiendo la "actualidad"

¡Buenos días tacitas! Por aquí estamos hasta arriba de trabajos, faena, algún que otro examen parcial (gracias a Dios porque si no en los finales me cuelgo) y sin duda con muchos proyectos literarios y no tan literarios.
Sin embargo, a pesar de estar en un trance de cosas que requieren mi atención tengo mucho que decir últimamente de la "actualidad".
Alucino con la (atención al elemento poético que viene) profunda superficialidad que está llenando este mes nuestras cabezas. ¿A quién diablos se le ocurre hoy en día poner un debate político para sacar algo más allá que un cómico tiempo en familia?; ¿Quién en su sano juicio tendría en mente poner contra la espada y la pared la salud mental de toda una generación, mediante un debate sin moderador aparente, dirigido por los influencers del momento sobre la anorexia (caso de Eugenia Cooney)?; ¿Dónde busco la sensibilidad y sutileza que me falta en el día a día si los principales encargados del mundo audiovisual de esa tarea son arrastrados por la sed de morbo de lo que parece ser un inmenso público sádico?
Si lo que decían nuestras abuelas es cierto amigos, estamos perdidos. Si de verdad "eres lo que ves", y "dime con quien andas y te diré como eres" con frases ciertas... No sé que pensar.
Doy gracias a que todo ese "feminismo" radical haya pasado a un segundo plano y que todas esas cartas de chicas "tope guays" que les piden a sus novios que se refrieguen con toda la discoteca y se beban todo el alcohol del país en una noche y luego vuelvan a casa para que puedan cuidarles en su resaca. Gracias también a que la moda de "esa es una puta, pero tía, vive y deja vivir" se haya pasado también (hipocresía pura y dura). 
Yo sé que puede sonar muy raro para la gente que no tenga relación directa con adolescentes, redes sociales o plataformas como Youtube pero es que es de eso es de lo que las cabezas de los jóvenes estudiantes están llenas y no es por ser adolescentes es porque eso es lo que les damos a través de su canal más directo de comunicación, de su ventana al mundo real, de su lista de aspiraciones.

He pasado de no poder entender a los ermitaños que viven solísimos en la montaña a querer ser la ermitaña número uno del país, llevándome a mi perro, él si que puede venirse.
Hoy por ejemplo, la gota que ha hecho colmar el vaso ha sido el tuit de una mujer que ha reivindicado mediante una foto en la que salía desnuda toda indignada de la vida, por el estereotipo de la gamer sexy que no tiene ni idea de videojuegos y que incordia a su novio desnudándose o cosas así y yo he pensado "¿y el sentido común de esta chica por que camino va?" Ojo que no digo que no lo tenga, solo que va rodando por un camino que ni siquiera entra entre mis opciones. ¿A que viene tanta indignación por eso?, ¿Y lo de desnudarse para reivindicarlo? Junto con el regreso del boom de los payasos asesinos esos que si me cruzo uno me muero del susto. No soy tan vieja ni tan joven, estoy justo en esa edad en la que debería de seguir todos estos movimientos y entender por qué tienen éxito estas cosas, cosas como la de Ana y Mía (anorexia y bulimia), Breaking Bad... (lo siento fans), pero no quiero entenderlo. No es que no pueda, es que no quiero porque entenderlo significa aceptar que vivo en una sociedad sin corazón, sin sentimientos, sin empatía y sin humanidad, que dicen "oooh" con videos de cachorros rescatados y que le dan audiencia a la muerte y tortura. Es aceptar que vivimos en un mundo artificial que no entendemos ni dominamos a pesar de haberlo creado. Y justo cuando empiezo a asimilar que nos centramos en cosas superficiales y en crear debate de cosas mínimas para olvidarnos de los problemas o circunstancias más profundas y difíciles, me tropiezo con una máxima de la ciencia que afirma que la idiotez humana es tan infinita como el universo, pues me doy cuenta de que eso es solo un argumento que he creado para justificar la idiotez del mundo en el que vivo y en el que por desgracia me incluyo, formo parte y en el que contribuyo . Por eso, estudiando lo que estudio, cuando decido que ya es el momento de moverme, de salir a los medios de hablar con la gente y desenvolverme en la sociedad, ser parte de la actualidad para poder retransmitirla... Me echo para atrás, porque me aterra ir por uno de esos caminos y no saber volver. Porque prefiero vivir un poco más pensando que todo eso no existe fomentando con mi granito de arena todo eso que no está ni bien ni mal, pero que no entiendo. Porque mientras toda esa "Acualidad" de primer mundo nos tapa los ojos hay otras cosas, no muy lejos de tu casa que luchan por captar tu atención al menos una tercera parte que el emoji de Paella para España como por ejemplo el techo de cristal, la brecha digital, la desnutrición infantil... Y quien me tache de demagoga que se vaya de este blog y no vuelva. Hasta aquí ha llegado la reflexión, queja, amargura... Como queráis llamarlo
Pretendo que para Halloween esté el nuevo capítulo de las aventuras de Fey y Merlotte con una sorpresita incluida... Un abrazo tacitas gracias por haber leído hasta el final y nos leemos en el siguiente post, o debería decir... ¿Nos vemos?






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